Faltan nutricionistas en los geriátricos españoles
Hace unos días se presentó en Madrid el libro “Retos de la nutrición en el siglo XXI ante el envejecimiento poblacional”, en el que, entre otros temas, se pone de manifiesto la carencia de nutricionistas en los centros geriátricos españoles. Sólo el el 9% de las residencias cuentan con un especialista en la materia.
Factores tan diversos como el estatus socio-económico, vivir en soledad o circunstancias fisiológicas y psicológicas como el estado dental o estar depresivo, suelen alterar el estado nutricional de los mayores. Y es que la tercera edad es una etapa vital en la que hay una mayor vulnerabilidad de la nutrición, especialmente en lo que a vitaminas y nutrientes se refiere. Sin embargo esta circunstancia no ha hecho que los centros geriátricos incluyan en su plantilla a expertos en nutrición.
Según el catedrático de Nutrición y Bromatología de la Universidad CEU San Pablo y coautor del libro, Gregorio Varela Moreiras, a pesar de que en la vejez la alimentación supone una responsabilidad y tratamiento distinto al de otras edades, hasta hace poco los servicios de restauración han usado los mismos menús para niños que para los mayores.
Otra circunstancia puesta de manifiesto en la presentación del texto es el pequeño número de estudios que se han llevado a cabo en personas de edad avanzada para poder elaborar recomendaciones nutricionales, lo que ha provocado que se recurriese a la extrapolación de datos de adultos jóvenes.
Elena Alonso Aperte, profesora agregada de Nutrición y Bromatología de la Universidad CEU San Pablo y coautora también del volumen, explicó que “así se cometen muchos errores, ya que, entre otros ejemplos, no se pueden constatar si la disminución en la actividad física que se observa con la edad es consecuencia de una menor ingesta de energía o si, por el contrario, es la menor ingesta de energía asociada a la edad la causa de esta pérdida de actividad asociada al envejecimiento”.
Más información sobre la presentación del libro aquí.